Bendiciones

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Un mes después de la enfermedad,

del nuevo año y de mis bendiciones: Qué lejos quedan!

desde lo escrito en una pequeña libreta, roja con copos de nieve,

allá por febrero,

a lo re-escrito «in situ» de pie, con muchas ganas de encontrarme y escuchar todo lo que pensamos. Andrés. Con Yaan hambriento, mi varón exigiendo comida … Allí no me encuentro.

Como hacen las vacas que lo expulsan una vez que estuvo dentro, es un poco así esta manera de contaros todo lo que me pasa, en este blog, amarrada a mis propias letras para seguir cuerda.

  • ¡Démosle chance a cada oportunidad!, era el  mantra.

DémosleS chanceS!,

escucho el eco de mi voz en el pasado. Y leo boquiabierta lo descrito en una pequeña libreta, roja con copos de nieve, allá por marzo.

Otros mantras:

  • Mejor tu tiempo que el mío, ahora que cambió el Gobierno. Ahora que sólo tú mandas, pero todavía nada cambia …

¿O es así como todo cambiará? Sin que lo parezca, sutil … O de la noche a la mañana, inesperadamente, todo se irá a la mierda. Y viceversa, de la nada, una mano tendida en el fango, para el abrazo.

Volvamos a empezar de cero o al punto de partida, pero esta vez no quiero caminar delante, porque caminaríamos muy deprisa, demasiado para la infancia.

Y así de un lado para otro, sin un rumbo fijo:

Desandemos,

  • NO es

¿Desde dónde?,

mi amor.

¿Desde cuándo escuchando estas letras?,

  • Es

¿Hacia dónde?

¿Hacia el mismo lugar de siempre? … No querría caminar delante y no querría cambiar más, las cosas de lugar.

Querría poco a poco construir una pieza sobre la otra,

una palabra detrás de la otra, exactamente la que toca, entre todas.

Querría no mandarlo todo a la puta mierda.

Querría aparcar nuestras mochilas en percheros,

de nómadas a sedentarios, suspenderme por las paredes y desenvolver

por fin nuestras viejas imágenes fracturadas por el vaivén del barco de ida

y vuelta, rumbo a un buen puerto,

dejándolas así como están. Que nos muestren su cicatriz y nuestra dureza

Querría que me dejaran en paz. Porque ahora son fotografías de la resistencia,

ahora que toca seguir sufriendo. Querría no tener miedo. No son perfectas, pero son.

  • Volvamos a asumir el reto, y a la vez el fracaso.
  • Y no recuperemos los mismos vicios.

Aiaiai un pequeño descanso.

No te encuentro.